¿Sabías que la limpieza facial es el primer paso de tu rutina de belleza y los especialistas nos remarcan que es fundamental para que nuestra piel respire y se renueve?

La limpieza es un hábito fundamental para un rostro joven, saludable y luminoso.

Esto se debe a que cada vez que lo limpiamos retiramos las impurezas, el maquillaje y la contaminación que recibimos del medio ambiente cotidianamente. De esta forma, los poros respiran libremente ya que no hay nada que los obstruya, dando a la piel un aspecto saludable y suave.

Aún cuando no usamos maquillaje también se debe limpiar el rostro, dado que la piel produce normalmente sudor y grasa, y al estar expuesta a agentes externos como la contaminación, los poros se cierran y no permiten la libre oxigenación. Esto puede derivar en el surgimiento de comedones o puntos negros.

Por la noche, mientras dormimos, las células se oxigenan y los tejidos de la piel se regeneran mucho más rápido, haciendo frente a las agresiones que ha sufrido durante el día. Es por esto que la falta de sueño se ve reflejada con los años en arrugas más marcadas. Una piel limpia se verá favorecida en este proceso natural.

Por estas razones es importante preparar la piel cada noche, para que el ciclo de regeneración se cumpla adecuadamente, evitando el envejecimiento prematuro de la piel del rostro.

Por la mañana también es recomendable realizar una limpieza para eliminar el exceso de grasa y sudor producido durante la noche, devolviéndose su luminosidad y restaurando su equilibrio natural.

Sabemos que cada persona tiene necesidades y tiempos diferentes, y que las rutinas de cuidado varían de acuerdo a ello.

Entonces ¿cómo puedo limpiar la piel de mi rostro?

Como te contamos recién, recordá que es preciso realizar la limpieza dos veces al día: por la mañana, para barrer los restos de sudor, y por la noche, para eliminar el maquillaje y las impurezas que se depositan sobre la piel a lo largo del día. 

Si no tenés mucho tiempo o te cuesta incorporar la rutina de limpieza, podés usar el Agua Micelar Dermaglós como único paso, ya que tiene 6 beneficios en uno: desmaquilla, limpia, hidrata, tonifica, ilumina y calma. Luego, como paso de Hidratación, aplicá la Crema de Día o de Noche según la ocasión y tu tipo de piel. Tené en cuenta que Dermaglós tiene una Línea facial formulada específicamente para cada tipo de piel, ya sea normal, seca, piel mixta a grasa, o enrojecida.

Si querés realizarte una doble limpieza facial para que sea más profunda, podés optar por usar primero el Agua Micelar Dermaglós y luego aplicar la Leche de Limpieza Dermaglós o el Gel de Limpieza Dermaglós que mejor se adecúe a tu tipo de piel y sus necesidades. Tip: el Gel de Limpieza podés aplicarlo bajo la ducha. Recordá finalizar tu rutina con el paso de Hidratación con la Crema de Día o de Noche, según corresponda.

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