Semana 31 de gestación
El bebé está aumentando de peso casi tan rápidamente como vos. Sin embargo, tu bebé tiene mucho que crecer y madurar. Con dos kilos de peso y midiendo unos 43 centímetros tu bebé hace que a esta altura de tu embarazo tu panza se note y mucho. Si todavía no se ubicó en posición no te preocupes que pronto lo hará.
¿Sabías que mueve sus ojitos rápidamente con los parpados cerrados? Esto ha llevado a pensar que es muy probable que los bebés ya sueñen antes de nacer.
Como creció tanto el bebé dentro de tu útero, el nivel de líquido amniótico se ha completado. Lo que explica por qué esos golpecitos y pataditas a veces resultan extremadamente incómodos, hay menos líquido para amortiguarlos. Los anticuerpos siguen pasando al bebé mientras el sigue desarrollando su propio sistema inmunológico, estos anticuerpos decididamente resultan útiles cuando salga al exterior y lo protegerán en el futuro.
Tus pechos están cada vez más pesados y voluminosos, en preparación para la lactancia los conductos lácteos se han expandido. Conviene usar corpiños que los sostengan fuertemente sin que te aprieten. Si tus pezones son planos o umbilicados (hacia adentro) podés utilizar escudos formadores de pezones los que te ayudarán a transformarlos en pezones salientes, recordando siempre que es importante consultar previamente a tu médico.
Es posible que tengas salida de una secreción de los pezones llamada calostro, este es el primer alimento que recibirá tu bebé, es riquísimo en contenido proteico e inmunológico. No debés presionar las mamas para que se produzca la salida del calostro, ya que daría inicio a un proceso de producción anormal del mismo que puede generar complicaciones en la mama. La succión del pezón genera contracciones, lo que debe evitarse.
El mejor alimento para tu hijo es la leche materna, si podés y querés, dale el pecho hasta los dos años de edad.
Información desarrollada con el asesoramiento del Dr. Nicolás Tupa - Médico Obstetra y Ginecólogo MN. 48.509. Esta información es de carácter orientativa y no debe tomarse como diagnóstico médico. Dermaglós te recomienda que ante cualquier duda consultes a tu médico.