Cada vez más escuchamos hablar de personas que de pronto descubren ser celíacas, sin importar la edad. Por lo general, luego de la sorpresa, sigue una etapa de aprendizaje, en la cual se conoce de qué se trata la enfermedad, cuál es la dieta adecuada, o hasta incluso qué productos se pueden usar o consumir, y cuáles no.

Esas dudas y preguntas nos llevaron a escribir esta nota, acercándoles a quienes padecen la enfermedad, un pequeño nuevo capítulo en esta etapa de aprendizaje.

¿Qué es la celiaquía?

La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune caracterizada por la inflamación crónica de la parte próxima del intestino delgado, causada por la exposición a la gliadina, proteína vegetal de algunos cereales que contienen gluten (proteína presente en el trigo, la cebada, el centeno, el triticale, el kamut, entre otros). Esta provoca una reacción cruzada en contra del intestino delgado, causando una reacción inflamatoria que atrofia las vellosidades que recubren el intestino e interfiere en la absorción de nutrientes.
En condiciones normales todo alimento ingerido debe pasar por un proceso de digestión que lo degrade en partículas más pequeñas para que puedan ser luego absorbidas. Esta absorción de alimentos tiene lugar en el intestino delgado y, para que esto sea posible, es necesaria la existencia de vellosidades esenciales, de manera tal que dicha absorción se produzca en mayor o menor grado. Cuando la longitud de la vellosidad se acorta, la absorción se reduce y la nutrición de la persona queda comprometida.
Esto es precisamente lo que sucede con los celíacos, que sufren un acortamiento de las vellosidades, provocando intolerancia al gluten.

Sus síntomas y signos

Los síntomas incluyen diarrea crónica, retraso del crecimiento y/o del desarrollo infantil, fatiga, erupciones en la piel, pérdida de peso, calambres musculares, cambios en el carácter, vómitos y vientre hinchado, piernas y rostro hinchados, falta de hierro y vitaminas B12 y D. Estos síntomas pueden estar ausentes y aparecer de vez en cuando. Se nota una importante mejoría cuando se retira el gluten de la dieta.

¿Y el uso de las cremas?

Las cremas corporales, champús, etc, se pueden utilizar sin problemas ya que la absorción del gluten en forma subcutánea no afecta a las vellosidades intestinales. Es decir que no existen contraindicaciones formales al uso de estos productos por vía tópica.
De todas formas, considerando que la piel es el órgano más extenso del cuerpo y que cada persona es diferente, te recomendamos consultar con el médico tratante de tu celiaquía para que pueda indicarte si los mismos pueden ser utilizados en tu caso particular.